La ciudad de Manbij en el norte de Siria, controlado por los kurdos, es un rompecabezas para Damasco, Ankara y Moscú, que estos días ha vuelto a estar en el foco de las tensiones.
Este sábado arribó a Moscú una delegación de Turquía. La visita oficial se realizó un día después de que en los medios apareciera información sobre el 'llamamiento de socorro' de las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG), que instaron al Ejército sirio a proteger Manbij y otras zonas en el norte del país ante la posible "invasión turca". Los militares sirios afirmaron haber alzado la bandera nacional sobre la ciudad, pero no hay informes independientes que confirmen que las tropas del Ejército sirio entraron en Manbij.
Mientras tanto, el Ejército Libre Sirio (ELS), grupo opositor al Gobierno de Bashar al Assad apoyado por Turquía, anunció el mismo día el comienzo de la ofensiva contra los kurdos en Manbij junto con los militares turcos, aunque tampoco entraron en la ciudad.
Ankara lleva tiempo prometiendo derrotar la resistencia kurda en la zona fronteriza, de la que se están retirando los estadounidenses y, según expertos, la reunión del sábado en Moscú fue clave para evitar un enfrentamiento armado en el enclave kurdo.
Conflicto de poderes
"Obviamente, Turquía insistirá en que son sus fuerzas las que deberían entrar en Manbij, Rusia claramente insistirá en que la ciudad debería ser entregada a las fuerzas de Al Assad", comentó a RT Kiril Semiónov, director del centro de estudios islámicos del Instituto de Desarrollo de Innovaciones, una ONG rusa basada en Moscú.
Semiónov señaló que Manbij no fue el único tema abordado durante la reunión entre los rusos y los turcos, dado que también era importante entender "qué pasará con los territorios al este del río Éufrates". El experto supuso que Turquía podría consensuar la toma de ciertas partes de la provincia siria de Idlib por el Ejército de Al Assad a cambio de que Damasco diera luz verde para la ofensiva turca en Manbij o en la ciudad siria de Kobane.
Las tropas gubernamentales sirias y las fuerzas kurdas se enfrentaron durante la guerra civil y las relaciones en general entre los kurdos y Damasco "nunca han sido fluidas", aunque tampoco alcanzaron el nivel de hostilidad existente entre el Gobierno sirio y los milicianos de la oposición apoyada por Occidente.
Poco después de que Damasco anunciara el despliegue de tropas nacionales en Manbij, vehículos blindados turcos cruzaron la frontera siria. Sobre la zona de Manbij también se grabaron helicópteros estadounidenses.
El norte de Siria, ¿ante una división
en zonas de influencia?
Según Marianna Bélenkaya, experta en Oriente Medio y quién escribe para el periódico ruso Kommersant, Moscú está preparada para ayudar a resolver las tensiones sobre Manbij y ya había consentido que Turquía controlara una pequeña área en el este de la provincia de Idlib, "pero aún está por ver si Rusia acordaría que la zona turca se extienda hacia la región norteña entera de Siria".
Bélenkaya comentó a RT que Moscú y Ankara tienen que "definir ciertas zonas de influencia y entender qué estarán bajo control de cada uno". Además, la precisó que aún quedan agrupaciones del Estado Islámico listas para aprovecharse de cualquier vacío político en el norte de Siria.
Bélenkaya recordó que "para Rusia también es importante no perder a Turquía como aliado" y sostuvo que "existe una posibilidad de que se discuta una especie de intercambio de territorio". "Lo que está pasando en torno a Manbij se parece a lo que Rusia propuso sobre Afrín hace un año", agregó. En aquel entonces, Moscú se dispuso a garantizar que los turcos no invadieran la ciudad siria controlada por los kurdos si estos aceptaban la jurisdicción de Damasco, una oferta que fue rechazada.
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